No hay nada más reconfortante que una buena cazuela. En Chile, este plato es sinónimo de hogar y de abrigo. Un caldo humeante típicamente hecho en las casas por mamás y abuelas, para darle tregua al cuerpo.
Basta el vapor saliendo de la olla, el olor a cilantro recién picado o el primer sorbo del caldo para saber que se acerca el invierno. Un plato que nos acompaña desde la infancia y que cambia según la casa, la región o la estación, pero que siempre guarda su fondo intacto: caldo, tiempo y calor.
La cazuela es una necesidad humana universal y en otros países también podemos encontrar versiones con su propio acento. En distintas latitudes -con mariscos, especias picantes, fideos o tubérculos- aparece la misma idea traducida al lenguaje local: un caldo sabroso y que abriga por dentro. En esta nota reunimos cinco versiones foráneas que son la cazuela en distintos idiomas, disponibles en restaurantes de Santiago para que puedas conocerlos sin salir del país. Aquí nuestra selección, probada y aprobada por Guía Comino.
Parihuela ($22.800)
Sopa marina picante con pescado, mariscos, ají amarillo y rocoto, perfumada con especias. Su caldo profundo y rojizo recoge la fuerza del mar y la calidez de una cocina que arde. Nuestra favorita es la de La Mar, que lleva jaiba morada, almejas, ostiones, camarones y ese potente picor del rocoto.
Dirección y contacto de La Mar.
Shoyu Ramen ($10.100)
Caldo a base de salsa de soya cocido por más de 12 horas, servido con fideos de elaboración propia, chashu casero (panceta de cerdo braseada), huevo marinado, cebollín, wakame y un aceite de ajo tostado que realza la profundidad del caldo. Umami puro en cada cucharada. En Ramen Kintaro puedes encontrar este popular caldo en distintas versiones: con miso, picante, vegetariana, entre otras.
Sopa Tom Yum ($10.900)
Caldo claro, con un agradable picor y sabores cítricos que provienen de la lima kaffir, el lemongrass y el galangal (un tubérculo, similar a un jengibre). Tiene verduras frescas, brotes de diente de dragón, zapallo italiano, tomate cherry, un toque de cilantro fresco y proteína a elección. Un caldo de perfume cautivante, contundente y energizante. Pídalo con un Esmeralda y vea cómo se potencian mutuamente.
Cocido Madrileño ($14.000)
Dos vuelcos, como los llaman: primero el caldo resultante de la cocción de los ingredientes junto a cabellos de ángel, luego los garbanzos, verduras y carnes. Lleva su increíble morcilla casera, pollo, cerdo, vacuno, garbanzos, cebolla, zanahoria, apio y chorizo. Tradición madrileña que se puede probar en La Bodeguilla de Cristóbal.
Phô ($6.500)
En este Phô no hay atajos: caldo de huesos de vacuno cocido durante 18 horas especias como canela, clavo y anís estrellado que se tuestan juntos. Luego se le agrega azucar, limoncillo, sal y salsa de pescado vietnamita para completar el caldo. Se sirve con fideos de arroz, cebollas verdes, brotes de soja, hierbas, limón y pimienta. Ligero, aromático y complejo, se quedará en su mente por largo tiempo.