La actual cocina coreana vive un boom sin fronteras, tanto así, que ya tiene su propia miniserie: “Rapsodia de Pollo Frito Coreano” en Netflix, este bocado de culto hoy alcanza un consumo de 1.000 millones de pollos al año.
Como buen catador de pollo frito debes buscar una piel crujiente e interior jugoso, y saber que las salsas hacen la diferencia: combinan dulce, picante, umami… la mayoría a base de gochujang (pasta de ají fermentada).
Es un plato que no exige más que las manos para comerlo y que halla en una cerveza su compañero ideal. Aquí te dejamos nuestros favoritos:
Crujiente por fuera y jugoso por dentro, como debe ser. Con dos frituras a 180° para darle máxima crocancia. El tamaño de las piezas permite comerlas de un bocado, casi como si fueran popcorn. Su nueva receta de marinado incluye pisco, ajo, huevo, sal, pimienta y otros secretos.
Hay dos opciones de salsa: la yangnyeom chicken, agridulce y picante a base de gochujang y una salsa de mora de un perfil más dulce.
Aquí los trutros son grandes, hechos para sujetarlos con ambas manos y devorarlos a mordiscos, en la línea del estilo de comida del local. Crocante, jugoso y sabroso. Su empanizado incluye hierbas que le dan un aroma fresco.
La porción es generosa y viene con una salsa picante que hace indispensable acompañarla de una cerveza.
Aunque su especialidad es la parrilla coreana, su pollo frito no se queda atrás. Encontramos un buen equilibrio entre picor y dulzor, gracias a un marinado a base de leche, miel, curry y otras especies coreanas.
La corteza crujiente se logra con un premarcado a 180° y luego una fritura final a 220°. Viene con un sabroso banchan de verduras encurtidas que ayudan a bajar el picor entre bocados.
Usan solo pechuga y la cortan en tiras alargadas, logrando más proteína y menos superficie de fritura. Estéticamente hermosas, únicas en su estilo y bañadas con una brillante salsa a base de gochujang donde predomina un perfil dulce.
La fritura con corn flakes es una gran idea porque le da todo el crunchy que necesita, sin necesidad de que pase dos veces por la freidora.
Este es el proyecto personal del hijo del dueño de Chicken Story y Mr Han’s Chicken, abierto en febrero de 2025. Aunque el local sea nuevo, detrás hay más de 15 años de experiencia en pollo frito que se notan.
Crujiente, sabroso y con salsas irresistibles. Si le gusta el picante, atrévase con la TNT o la BBQ Picante. Ofrecen guantes para quienes prefieran comer sin ensuciarse las manos. Buen detalle.
En una casa con varias habitaciones y salas de karaoke, este local ofrece un pollo frito jugoso, picante y con un buen golpe de ajo. En su Kanpuggi encontramos los sabores coreanos originales y una mayor intensidad de picor.
Es un estilo de pollo frito distinto, donde las piezas se saltean en aceite y salsas antes de ser servidas. Si no le basta solo con el pollo, también ofrecen la opción de bañarlo con queso derretido.