Mientras caminaba a la oficina con la urgencia propia de un lunes cualquiera, mis ojos se encontraron con un pequeño café de fachada blanca y toldo azul ubicado casi en la esquina de Av. Vitacura con Alonso de Córdova. Blue Line Café. Un particular letrero en la ventana anunciaba “RUN, COFFEE, REPEAT”.
Su decoración interior no era la de un café cualquiera. Paredes y techo repletos de dorsales de carreras y maratones, imágenes de corredores, trofeos e incluso una estantería llena de libros de running. A un costado, medallas con siluetas de ciudades colgaban del muro. No se parecían a ninguna medalla que hubiera visto antes, cada una tenía un acabado impecable.
Había un denominador común en muchos de los dorsales: el apellido Errázuriz. Me acerqué al mostrador y una chica levantó la vista con una sonrisa.
-Un filtrado por favor… ¿Errázuriz? Veo el apellido en varias medallas.
-Son mías- respondió, mientras se disponía a moler los granos. -Javiera Errázuriz, mucho gusto- añadió, tendiéndome la mano.
Si te gusta el deporte, probablemente la reconozcas. Javiera Errázuriz fue seleccionada nacional de atletismo varios años y representó al Team Chile en los 400 metros vallas y la posta 4×400 en Juegos Sudamericanos, Bolivarianos, Panamericanos de Toronto 2015, entre otros. En ambas pruebas fue récord nacional y ganó múltiples medallas a lo largo de su carrera como atleta.
Ante todo, un buen café
Javiera explica que ante todo, lo que buscan en Blue Line es ofrecer un café con granos de calidad y una buena extracción. Para los espressos trabajan con Café Terra, mientras que para los filtrados utilizan unos tostados por Johnny’s Coffee. Su carta incluye opciones clásicas como Americano, Capuccino y Flat white, todos con doble shot de cafeína. Lo interesante es que también piensan en quienes llevan un estilo de vida activo. Bebidas sin café, pero con beneficios para deportistas, como leche dorada, limonada con magnesio o bebidas isotónicas, complementan la oferta. Si de café frío se trata, ofrecen tres versiones de espresso: tonic, ginger y pink, además del clásico Affogato. Para acompañar, hay alternativas populares, como tostadas con palta o açaí bowl.
¿Qué significa el nombre Blue Line?
Quería un nombre que para el corredor significase algo, pero que la gente que no corre no se diera cuenta que tiene que ver con el running. Blue Line es la línea azul que se pinta en el circuito de una maratón para delimitarla.
¿Y tiene relación con la ubicación?
Marqué las mejores rutas para correr de Santiago y los puntos de encuentro de la mayoría de los equipos de running. Cuando crucé esa información, me di cuenta que el Parque Bicentenario es un punto clave. Busqué un lugar cerca de él.
Y para el sector los precios son atractivos…
Los precios bajos son parte de la propuesta. Quiero ser el café más barato del barrio. Este café apunta a corredores, gente que hace deporte y la mayoría de ellos se desplazan a Vitacura desde otras comunas. Los valores de esta zona no siempre son tan accesibles así que la idea era tener precios que fueran atractivos. La idea es captar a los corredores después del largo dominguero, a la gente que ande de paso, pero también a los vecinos que viven acá y que no están dispuestos a gastar tanto en un café.
Un punto de encuentro para runners
En el día a día de Blue Line, Javiera no está sola. Junto a ella trabaja Carlos Zbinden, quien fuera su entrenador de velocidad durante varios años. Juntos lograron el récord de Chile en los 400m vallas, pero tras su retiro, tomaron caminos distintos. Ocho años después, por casualidades de la vida, se reencontraron en una carrera justo antes de la apertura del café. Carlos venía de terminar su curso de barista y Javiera necesitaba a alguien de confianza. Así fue como su ex entrenador se convirtió en su mano derecha en esta nueva etapa.
¿Cómo nace tu interés por emprender con un café?
Siempre quise dedicarme a algo ligado al deporte. Trabajé en una fundación que hacía proyectos deportivos, he hecho capacitaciones para deportistas, estuve en el Comité Olímpico, pero con los años me fui desencantando y empecé a pensar de qué manera podía generar impacto sin depender de una institución.
Viví 3 años en China donde participé en un equipo de ciclismo en el que siempre después de pedalear íbamos a tomar desayuno juntos a la misma cafetería. Tenían una alianza, hacían actividades y se potenciaban mutuamente. Investigando más, me di cuenta que existían muchos conceptos de este tipo alrededor del mundo. Estos lugares son mucho más que un café, son un espacio para generar comunidad y promover lo que a uno le gusta, que puede ser el arte, la lectura o distintos deportes. Para mí, Blue Line es una excusa para que la gente conecte y conozca a más personas con intereses similares.
¿Qué significa para ti generar comunidad?
Los fines de semana tenemos eventos que pueden ser organizados por nosotros o por algún equipo de runners que nos elige como sede. Una fundación organizó un trote para recaudar fondos que partió desde acá y terminó con un desayuno. En esos casos, armo fuentes con frutas y les hago una promoción como grupo.
También hay equipos de running que después de entrenar pasan a desayunar acá. Como funcionamos con grupos grandes, tenemos bien resuelta la atención para esos casos. Hay una mesa grande así que se pueden sentar todos juntos y sacamos los pedidos sin mucha demora. Hicimos un bazar navideño y hasta un matrimonio runner se celebró acá. Para la maratón de Chicago, llegó harta gente a verla y pudimos mostrarles la medalla original de esa competencia. La tenemos colgada acá.
Hay medallas ocupan un sitial más importante que el resto. ¿A qué se debe?
Son de las Major. Cuando corres las seis maratones más importantes te ganas estas medallas. Es el sueño de todo maratonista. Las vienen a ver y se detiene a hablar de eso. Creo que los dorsales, las medallas, las fotos y los libros son un gatillante muy fácil para la conversación y eso es algo que mucha gente busca cuando va a tomar un café al paso.
¿Qué representa este proyecto en tu vida?
Es un sueño. Siento que por fin tengo un espacio para conectar con gente que ama lo mismo que yo. Estoy feliz de venir todos los días. Me encanta atender a los clientes, verlos contentos y darles una pausa alegre en su día. Estamos formando una comunidad donde la gente se siente muy cómoda. Creo que estamos construyendo algo muy bonito, que hace mucho sentido y donde puedes tomar un muy buen café.