El brunch del fin de semana nos habla de cómo elegimos vivir la vida. Una comida que vale por dos para disfrutar cuando el tiempo no apremia. Una pausa, un paréntesis, un goce sin prisas.
Cada vez más populares en la capital, los brunch han adoptado identidades únicas, se han adaptado a nuestra cultura y poco a poco van cambiando las reglas del desayuno tradicional.
Seleccionamos 4 estilos distintos, probados y aprobados por Guía Comino.
Si hablamos de brunch de inmediato se vienen a la mente unos huevos pochados, palta, tostadas francesas, bollería, algún tipo de bowl dulce y sobre todo una buena taza de café. Caracol Coffee House cumple con todo eso y más.
Los Huevos Benedictinos ($9.900) llegan sobre un esponjoso brioche -de coqueto dulzor- que absorbe todo el sabor de la yema. Se pueden pedir con salmón curado, jamón artesanal o pastrami.
No deje pasar la oportunidad de probar su exquisita receta de Shakshouka ($9.900), más fresca, sopeada y con un agregado de palta, como corresponde en un brunch. Viene acompañada con dos tostadas de masa madre, herramienta indispensable para untar hasta la última gota.
También hay opciones típicas de desayuno como platos y sánguches con huevo, tostadas con palta y prensaditos. Sánguches de focaccia hecha en casa (desde $8.500), prensados (desde $8.200), bowls salados o dulces y ensaladas. Por $5.990 puedes agregar un café o té y un yoghurt con granola, para transformar en brunch cualquiera de las opciones de la carta.
Y no pierda de vista su propuesta de cafés, que fue hecha con la asesoría de la Escuela de Baristas. Pruebe algún filtrado ($3.900) de la tostaduría Columpio o bien aproveche las últimas semanas de calor para tomarse un Iced Lemon Latte ($4.200), un latte frío con una crema tipo pie de limón.
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Porciones abundantes, sabores reconfortantes y una carta donde cada plato es más tentador que el anterior. El Camino Diner, ofrece desayunos gringos todo el día y la experiencia de un auténtico diner americano, con materia prima bien seleccionada e impecable ejecución.
The Lumberjack ($11.800) es contundente y lo tiene todo: una adictiva breakfast sausage de Peter’s Deli, tocino de Mr. Pork, marinado en syrup y cortado en un grosor que permite saborearlo bien, hash browns, tostadas de Krumbs y dos huevos, que pueden ser fritos o revueltos. Por $2.000, se puede agregar palta. Como dirían nuestros amigos norteamericanos: ¿Why not?
El Sausage & Egg Muffin Sandwich ($7.000) es otra alternativa imperdible. Un English Muffin de Krumbs -que no puede estar mejor logrado- con huevo frito, breakfast sausage aplastada y queso americano. También está en formato veggie, donde se reemplaza la proteína con palta.
Para cerrar, los clásicos Pancakes ($6.500). Tres panqueques esponjosos, servidos con syrup y mantequilla, perfectos para quienes prefieran una opción dulce. Un desayuno/brunch bien americano, con mucho carácter y sin timidez. Apuesta segura para el fin de semana.
Comer pickles al desayuno puede sonar extraño, pero aquí de alguna forma logran hacerlo funcionar. El brunch de la Barra de Pickles ($44.000 para dos personas) incluye varias opciones atípicas, encurtidos, contrastes de texturas y uno que otro invento propio. También es posible pedir las preparaciones por separado, en lugar del menú completo.
Los platos salados que llegarán a su mesa son Huevos fritos con pork belly que vienen con pickles By María (como su famoso ají con piña); tostadas con pejerrey encurtido sobre salsa tártara; papas fritas con queso cheddar que -aunque parezca extraño- nunca están fuera de lugar y una ensalada fresca.
El toque dulce lo ponen con unos hot cakes bañados en miel de chancaca y naranja; y una esponjosa, sedosa y seductora torrija -similar a una tostada francesa- hecha con marraqueta, servida con helado y salsa de arándanos.
El maridaje de este curioso brunch incluye dos Kir Royal, dos Bloody María (con Gin Provincia), dos cafés o tés y una botella de agua. Disponible sábados y domingos de 10:00 a 13:30 hrs.
Ubicado en una casa remodelada en la tranquila calle Nilo Azul, barrio residencial de la comuna de Vitacura, Nolia ofrece un brunch pensado para disfrutar en familia, en un ambiente acogedor, alejado del ruido y ajetreo de la ciudad.
Es ideal para ir con los más pequeños. Tienen un menú especial que incluye Spaguettoni bolognesa ($7.900), Hamburguesa o Pollo ($7.900) con ensalada y unas papas fritas caseras bien crunchy (y que en versión para grandes vienen trufadas con queso). También hay un espacio dedicado para que los niños se entretengan, con juegos Waldorf de Muvin Kids.
La carta, diseñada por el chef Francisco Mandiola, incluye una nutrida estación de huevos de gallina libre, que pueden pedirse Revueltos ($5.900), A la copa ($7.900), en Omelette ($7.900) con vegetales asados y palta, Benedictinos ($10.900) o Rancheros ($7.900).
Si busca algo dulce, pruebe su Cajón de Açaí ($6.900), una combinación de frutas servidas sobre una base de yogurt, açaí o pudding de chía, con toppings de granola, mantequilla de maní y coco rallado. También vale la pena conocer su repostería casera: con el Pie de Limón ($4.900) con berries, no se va a equivocar.
Tienen una variada selección de cafetería caliente y fría para acompañar los platos, pero mejor aproveche que los niños están jugando y pida una Sangría ($6.900), una Mimosa ($5.900) o un Spritz ($6.900) y sea feliz este fin de semana. ¡Salud!
