La noticia llegó desde las oficinas de la prestigiosa lista de restaurantes en París: Pía Pastelería fue incluida en la selección internacional de La Liste como uno de los mejores nuevos locales de pastelería del mundo. El reconocimiento, otorgado a los “debutantes que impresionan en la escena de la pastelería y que merecen reconocimiento”, consolida la nueva propuesta de Pía Salazar como una de las más influyentes del panorama gastronómico a nivel internacional.
A menos de un año de su apertura, este espacio ubicado en la capital ecuatoriana ofrece algo que muchas veces se cree imposible: una pastelería de autora, accesible, cotidiana y con una identidad profundamente arraigada en el producto ecuatoriano.
Liderada por quien fue elegida la mejor pastelera del mundo en 2023 por The World’s 50 Best Restaurant, Pía Pastelería es un lugar donde la repostería francesa se reinventa con productos del país, apostando por una estética cuidada, sabores reconocibles y una rigurosa técnica detrás de cada preparación. El espacio es sobrio, todo pintado de blanco, con mesas de madera, una atención personalizada y una carta amplia pensada para los comensales puedan volver una y otra vez.
Aquí conviven preparaciones como el pie de tocte (nuez andina) con crema de chocolate blanco, la torta de manzana con mousse de azahar y crumble de canela, la tarta de guayaba con espumilla y bizcochuelo de vainilla, o el arroz con leche con fresas y crema. Platos como el choco-banano (bizcochuelo de chocolate, banana, chips) o el chocolate y macambo (con tierra de cacao y toffee) demuestran cómo la chef ha llevado su estilo audaz a un formato cotidiano, sin perder esa particular identidad que le ha valido tantos galardones.
En Pía Pastelería también hay espacio para los clásicos reinterpretados: croissants rellenos de chocolate o crema de almendras, cruffins con queso, brioche de frutos rojos e incluso rollos de canela. Entre las piezas más llamativas, la quesadilla de queso maduro, inspirada en las versiones conventuales de San Juan, que resume en un bocado esa mezcla de memoria y atrevimiento que caracteriza a Pía.
La oferta de bebidas acompaña con criterio: café de mandarina, mucílago (una bebida gasificada hecha con mucílago de cacao), infusiones frutales, moringa, tés especiados y opciones con leche vegetal. Para quienes buscan algo frío y distinto, hay jugo de mortiño con mandarina o café de lavanda. La carta completa está pensada para desayunar, merendar o simplemente sentarse a disfrutar sin prisa.
En un momento en que la pastelería latinoamericana empieza a ganar espacios propios, lo que Pía Salazar propone desde Quito más que ser una simple vitrina, es un cambio completo de paradigma. Una repostería con identidad ecuatoriana, que desafía muchas de las ideas preconcebidas de este rubro.