Si la cautivante vista que su amplia terraza ofrece sobre Santiago no es argumento suficiente por sí solo para visitarlos, le cuento que ahora además han evolucionado su propuesta hasta dotarla de una autenticidad que escasea en el mundo hotelero. Acompañan su galáctica coctelería de autor inspirada en los signos del zodiaco, con una acotada y bien ejecutada carta de platos de bar que tiene de todo un poco, pero no marea. Para una cita inolvidable, pida las croquetas de chupe de jaiba, una fideuá de mariscos, los cócteles que le recomiende el garzón y disfrute de una romántica velada contemplando las estrellas.