Conocimos este local cuando en los fogones estaba Gabriel Layera y el restaurante, dedicado a los productos del mar, lucía súper minimalista. Ahora La Calma está en nuevas manos, y el empresario Mauricio Fredes (ex La Vinoteca) le ha impreso otro sello, aunque sin dejar de lado la cocina marina, hoy a cargo del chef Ignacio Ovalle (ex Ópera, Squella y La Vinoteca). Gran terraza interior donde se ven las mesas vestidas de manteles blancos; un espacio cálido para disfrutar de una carta que, además de mar, incluye Riñones de ternera, Entrecot de cordero, Pollito de grano y una gustosísima Lengua con piures y ostiones. De las especialidades marinas, prueba las Chochas con erizos y el Mariscal, y decídete entre la variedad de pescados que ofrecen en su carta, también impresa en papel (gran detalle en el mundo de los QR). Los acompañamientos, como Pebre de cochayuyo o el delicioso Puré con cebollas tostadas, se cobran aparte. ¿Dos detalles que enamoran? Excelente servicio y una carta de vinos que muestra lo mejor de lo nuestro.