En Providencia existe un local donde todo gira en torno a un solo ingrediente: el huevo. Y lo hacen tan bien, que no se echa de menos nada más. Eggy es pequeño, colorido y con cocina a la vista, pensado para comer al paso o sentarse en la barra a mirar cómo preparan huevos de gallinas libres de todas las formas posibles: revueltos, fritos, pochados, en shakshuka o dentro de un croissant. Como lo es la “Crosaneggy” ($11.900) que viene con huevos revueltos, ciboulette, sal de mar, con opción de palta o queso. Otro ejemplo que está desde sus inicios es la “Súper Eggy” ($12.500), un sándwich en pan brioche con todo lo bueno: dos huevos, tocino, palta, queso, hojas verdes y mayo sriracha opcional. Además, hay cafetería de especialidad, pastelería recién estrenada y los sábados un especial del día que hace las veces de brunch improvisado.
