Partir el día en este café es un regalo para el alma. Un espacio de 3000 mts., con una gran casona histórica de piedra del 1950 rodeada de frondoso jardín: camelias, magnolias, pinos y una imponente Araucaria acompañan un recién exprimido jugo de naranja/zanahoria, té orgánico o café. Sus deliciosos sándwiches son de pan de masa madre hecho en el mismo lugar por niños con autismo. Como el “Rita”, impecable Ciabatta con queso de cabra, tomate fresco y deshidratado, hojas verdes y semillas. De la parte dulce están a cargo distintos emprendimientos, todo a pequeña escala y dedicación.
Si esto fuera poco, la invitación es a conocer el vivero @flordeloto o a participar de sus clases de yoga, tablao y terapias alternativas con especializados en las materias. Todo en un mismo lugar, en sincronía y en pleno corazón de Vitacura a metros Nueva Costanera. Si se encuentra con Vero Méndez -la anfitriona y alma del lugar- aproveche de preguntarle por esta histórica lugar y le muestre esos fascinantes recovecos.