Ambiente siempre animado, recetas francesas sabrosas y una carta de las mejores cartas de vino de Santiago: la fórmula de este auténtico bistró se ha mantenido intacta por más de una década, y hoy ya es todo un clásico. Con un menú sólido y conciso, que cuenta con platos que están desde sus inicios –como el impecable steak tartar, con mostaza, yema y filete cortado a cuchillo–, hay que estar atentos a las novedades. Como las opciones de sopas o el mariscal frío van camino ha convertirse en otro imperdible del Baco.