Un cubo de ventanales con un pequeño neón que dice DeMo Franklin en verde. Es también cocina abierta y una propuesta diferente para lo que es la plurioferta comestible de la excitante locura del Galpón Víctor Manuel del Persa Bío Bío, específicamente en la Galería Curtiembre. Aquí Pedro Chavarría (ex cocinero de Boragó), divierte solo los fines de semana con desayunos y almuerzos que van desde buen café, esponjosos canelé o simples tostadas con palta –en pan de masa madre-. También sánguches con distintos rellenos, como un pollo a la plancha –destacable punto de cocción- con nabos y pepinos encurtidos, lechuga y salsa a una entrada de quinua y coliflor –novedosa y rica-, o palanca con mote, como parte del menú almuerzo. La carta es acotada, cambia siempre y el resultado es bueno, cercano y sabroso.